Nuestro fundador fue estafado.

No es una historia que contamos mucho, pero la vamos a contar aquí.

Es el año 2002 y está comprando su primera propiedad en Playa. En aquel entonces se podían conseguir ofertas realmente increíbles. Estaba pagando aproximadamente 200.000 dólares por un terreno muy cerca de la Quinta Avenida. Una propiedad en la que podría construir un montón de condominios… ¡Fue la ganga del siglo!

El tipo que se lo estaba comprando le aseguró que no necesitaba involucrar a un agente. Los agentes simplemente roban parte del dinero a través de comisiones… solo una pérdida de dinero. Podrían ir directamente al notario… el notario se encargaría de todo.

Así lo hicieron. Fueron directamente al notario, el notario vio que el dinero era transferido del comprador al vendedor. El notario le entregó un recibo que parecía sacado de un cajero de los años 80. Todo estaba listo.

En la propiedad de John había una pequeña casa, John tenía la intención de derribarla y construir condominios en ella. Como no tenía dinero para hacerlo ahora, su plan era esperar un par de años. Así que alquiló la casa y se fue a Estados Unidos.

Cuando regresó ese mismo año, había otra persona viviendo en su casa. John le preguntó por qué vivía allí y le dijo que se lo habían alquilado al “propietario”. John le informó que él era el dueño. Fue entonces cuando empezó lo divertido.

Resultó que “la ganga del siglo” era un fraude. El “nuevo” inquilino estaba confabulado con el antiguo propietario y el notario. Esto desencadenó un episodio que resultaría en que a un notario se le retirara su licencia de notario y que varias personas fueran encarceladas. Pero todo ese proceso llevó varios años y costó mucho dinero.

Lo que John no sabía en ese momento es que podría haber evitado todo esto con una representación adecuada. Si hubiera tenido a alguien que entendiera cuáles eran sus derechos, que entendiera cómo funcionaban las leyes en México y, más importante aún, cómo se aplicaban esas leyes a él como no mexicano, habría sabido que había pasos que podría haber tomado el día del contrato para protegerse. Por supuesto que él no sabía nada de esto… Eventualmente lo descubrió todo… Desafortunadamente le costó años de su vida y mucho dinero.

Y esa es la historia de fondo de cómo se fundó American Realty. John vio que lo que el área necesitaba era alguien que pudiera garantizar la seguridad de las personas que buscaban comprar bienes raíces. Con la idea de que esto no debería pasarle a otras personas se fundó American Realty. Hoy John tiene un socio y tiene todo un equipo dedicado a proteger a las personas que compran bienes raíces en la Riviera Maya. Su mantra es simple:

• No hagas las cosas por tu cuenta
• No te arriesgues con tu dinero
• Protégete a ti mismo

En 2005 se constituyó American Realty en México. Desde entonces, John y su socio han trabajado diligentemente como operadores propietarios de la empresa de bienes raíces más respetada de la zona. Han cerrado cientos de transacciones y representado a personas de muchísimas nacionalidades, todo basándose en la promesa de American Realty: